En Santiago, con fecha 18 de septiembre de 1810, se efectuó el Cabildo Abierto que creó la primera Junta de Gobierno y, por consiguiente, el primer acto de autonomía política

ejecutado por representantes locales.

Algunos tenían relación con Quillota, entre ellos, quien había sido comandante del Escuadrón de Milicias en Quillota, Manuel Pérez de Cotapos; y José Ignacio Infante y Prado, quien desde 1805, era el cura Párroco de la Iglesia San Martín de Tours.

Al mes siguiente, 25 de octubre de 1810, el Cabildo de Quillota encabezado por los alcaldes Pedro González Sotomayor y Francisco Barba, respondían al exhorto presentado por José Antonio Ovalle, para que las villas y ciudades votaran por el reconocimiento de la Primera Junta, elegir diputado y dar celebración con misas y derramas a los pobres.

El Cabildo de Quillota respondió al exhorto reuniéndose en la Sala Capitular y dejó en acta lo sucedido. Así, con la asistencia del subdelegado Silvestre Urízar, los alcaldes Pedro González y Francisco Barba, los regidores José Antonio Valenzuela, Fernando Macaya, Lorenzo Agustín Urrutia, Juan N. Pérez de Valenzuela, el alguacil mayor Domingo Alderete, el procurador Joaquín Orrego, el escribano Ramón Aréstegui y el licenciado José Antonio Ovalle y Vivar, fue prestado el juramento de legitimar la autoridad y representación de la primera Junta de Gobierno. La ceremonia concluyó cuando el subdelegado Silvestre Urízar Luco preguntó si se ratificaba el juramento, teniendo la aprobación unánime de dicha consulta.

Con todo, el acto político que inaugura la etapa de la Primera República, tiene como principal impulsor a los cabildos municipales debido al debilitamiento del poder monárquico y, en consecuencia, fueron las ciudades y villas quienes soberanamente asumieron la representación.