El Ministro Diego Portales junto a su comitiva, arribaron a Quillota el 2 de junio de 1837. Habían transcurrido casi ocho horas de viaje desde Valparaíso a Quillota. Fue recibido por el gobernador José Agustín Morán en la casa situada en la esquina poniente de la plaza.
La visita tenía por objeto inspeccionar las tropas del Ejército Expedicionario que se acantonaba en esta ciudad, pero las circunstancias condujeron a su asesinato el 6 de junio de 1837. Todo testificado por Eugenio Necochea en “Memoria sobre el asesinato de Portales” (1837) y relatado por Benjamín Vicuña Mackenna en “D. Diego Portales: introducción a la historia de los diez años de la administración Montt” (1863).
Lo interesante de estas y otras fuentes, aparte de la discusión o juicio respecto al asesinato y posterior mitificación del personaje, radica en consignar aquellos lugares que no sólo son familiares para nosotros, sino que son parte relevante de nuestro patrimonio local. Así, el convento de San Francisco que fue cuartel de los Cazadores a caballo y enseguida el de Santo Domingo donde estaba el Regimiento Maipo. Además, la Casa colonial, único monumento nacional de Quillota y que alberga a la Biblioteca y al Museo Histórico Arqueológico, viene a testimoniar el último día de sosiego del ministro. Por último, la Plaza como escenario del dramático suceso y epicentro en el desarrollo del llamado Motín de Quillota.
Con todo, la vigencia de estos espacios del tránsito del Ministro Portales son motivo de redescubrimiento ante hechos acaecidos hace más de ciento ochenta años.
– Pablo Montero Valenzuela.
– Área de Investigación Histórica Museo Histórico Arqueológico de Quillota.